Rituales
Tengo una amiga que, cariñosamente, se ríe de mí cada vez que menciono que podemos hacer un ritual para celebrar algo importante. «Podemos hacer un ritualito», me decía hace poco, remedándome y haciéndome reir.
Pues sí, todas las culturas tienen numerosos ritos, rituales, ceremonias y celebraciones, pero sucede que el mundo patriarcal y capitalista en el que vivimos nos insta a realizarlos sin un contenido profundo que nutra nuestra psique y nuestro corazón.
Hemos olvidado celebrar los momentos importantes de la vida
Por ejemplo, nos hicimos mujeres teniendo la primera menstruación y, por lo general, aquello pasó sin pena ni gloria. En todo caso, a veces pasó con pena, con vergüenza, con escaso reconocimiento social y poca sororidad entre las mujeres de la familia.
No hubo un rito de paso ni íntimo ni público, que nos hiciera sentir aceptadas por la parte de las mujeres adultas «del clan», no se nos reconoció nuestra sabiduría interna, no nos contaron la magia de la ciclicidad y la importancia de conocer sus luces y sombras.
Sin embargo, tal vez sí escuchamos frases como «ahora ten cuidadíto con lo que haces», o «ya no puedes jugar a eso o no puedes poner tal postura».
Hemos olvidado celebrar los momentos importantes de la vida, como puedan ser un nacimiento, acompañar en la muerte o en un cambio de etapa vital, los cambios de estaciones de la naturaleza, un cambio de trabajo, o una unión o separación entre personas…
Y cuando lo hacemos, a veces es desde lo ostentoso, dando más bombo y platillo a las ropas que llevamos puestas o al menú, que al sentido profundo y transformador.
Cuentos
Aunque a nivel antropológico e intelectual podríamos diferenciar entre lo que significa ritos, rituales, ceremonias y celebraciones, que no son exactamente lo mismo, la aportación que hago a mi terapia y a la forma de realizar talleres grupales es que a veces comienzo con un ritual que da inicio a la sesión.
En ese momento tal vez cuento un cuento, que llega a lo profundo de nuestro inconsciente y en el que evoco imágenes de mujeres unidas, de tribu y naturaleza.
Objetos simbólicos
Me encanta utilizar objetos variados que pueden ayudar a las mujeres a conectar con el significado de lo que están necesitando: semillas, flores, cuencos, objetos antiguos…
A veces pido que traigan algún objeto personal que sea importante para ellas, y creamos entre todas un lugar especial en el centro de la sala, alrededor del cual nos sentamos.
Calor del fuego
Enciendo una vela y nadie queda indiferente, la atención está puesta en el centro de la sala. Solemnidad.
Recordamos para qué estamos allí reunidas, e invocamos a nuestras ancestras y ancestros para que nos protejan… Invocando a ese Misterio que es más grande que nosotras y que desde algún lugar nos protege.
Desde el más profundo respeto por las creencias y tradiciones espirituales a las que cada cual se sienta pertenecer, o no.