Dependencia emocional: así de impactante fue aquel día mi búsqueda en internet. Estaba desesperada, no sabía cómo salir de aquella situación, y mi cabeza estaba tan aturdida que no sabía ni qué estaba sucediendo. Me estaba convirtiendo en una persona que no me gustaba, no quería vivir desde los celos, el enfado, los malos modos, la tensión constante y el miedo. Pero así era mi vida, desde que aquella relación me había atrapado.
Creía que le quería, he hice todo lo posible para que aquella relación funcionara… Tanto, que me perdí.
Dejé de ser yo misma, de reírme, de relacionarme con mis amigos hombre, con mi hermano e incluso con alguna amiga. Me engañaba a mí misma, y soportaba comportamientos agresivos, faltas de respeto, malos modos…
No había maltrato físico, por lo que era muy difícil para mí categorizar aquella relación como de maltrato. Pensaba que yo, que era trabajadora social, la que está en el rol de ayudadora, «no podía vivir eso». Yo que tanta sensibilidad tenía por temas de género, que tanto había estudiado…
Quienes eran testigo de aquello no sabían ver lo que había realmente, y yo me encargaba de disimular, mentir y protegerle.
Más de cuatro años y medio duró la pesadilla, y con este post pretendo dar luz a quien lo pueda necesitar. Si tan solo una mujer que lo necesite lee esto y le ayuda, el haberme abierto públicamente habrá servido la pena.
Ya no me avergüenzo de mí, ya se lo que el patriarcado inocula en nuestra mente-cuerpo-corazón.
Pero la Vida puede más, y sucedieron cosas que me ayudaron a desvelar lo sucedido, ponerle nombre, llorar ríos y mares, pedir ayuda y entregarme al Misterio para salir de esa situación. ¿Quieres conocer algunas cosas que me nutrieron?
♥ Busco, necesito saber qué me pasa. Desde lo racional e intelectual, busqué un día en internet la respuesta que me ayudara a entender qué me sucedía. Escribí en Google «dependencia emocional”, y los resultados me llevaron «mágicamente» a un libro, «Las Mujeres que Aman Demasiado» de Robin Norwood. Leerlo, descubrirme, sorprenderme, llorarlo, y subrayar gran parte de lo que allí leía, me hizo comprender. ¡Dolía tanto! Te dejo un enlace para que conozcas este libro, tal vez a ti o a alguna persona querida os pueda ayudar https://www.casadellibro.com/libro-las-mujeres-que-aman-demasiado/9788496546875/1083524
♥ Rendirme, ya no puedo más. Suena raro, pero una noche, desesperada y completamente perdida, clamé ayuda al Misterio, a Dios, a la Diosa, a la Vida, como quieras llamarlo. Al día siguiente, algo sucedió que me hizo tocar fondo, y a partir de ahí, reflotar. Casualidad o no, no lo sé, pero creo que todo pasa para algo… La espiritualidad, un camino de apoyo y de aceptar que no puedo controlarlo todo.
♥ Sigo buscando, ¿qué hago ahora? Volví a lo racional, y descubrí un grupo por internet que trabajaba con otro libro de Robin Norwood. Las contacté y comencé a realizar el trabajo que se propone, leyendo y compartiendo mis reflexiones con otras mujeres en modo online personasqueamandemasiado.com ¡Qué riqueza de palabras y emociones!
Fue duro sin embargo enfrentarme al concepto “adicta a las relaciones”, pero en palabras de Robin Norwood:
“Adicción es una palabra que asusta. Evoca imágenes de consumidores de heroína que se clavan agujas en los brazos y llevan una vida obviamente autodestructiva. No nos agrada la palabra y no deseamos aplicar el concepto a nuestra forma de relacionarnos con los hombres. Pero muchas de nosotras hemos sido adictas a los hombres y, al igual que cualquier otro adicto, necesitamos admitir la seriedad del problema antes de poder empezar a curarnos.
Si usted alguna vez se vio obsesionada por un hombre, quizás haya sospechado que la raíz de esta obsesión no era el amor, sino el miedo. Quienes amamos en forma obsesiva estamos llenas de miedo: miedo a estar solas, miedo a no ser dignas o a no inspirar cariño, miedo a ser ignoradas, abandonadas o destruidas. Damos nuestro amor con la desesperada ilusión de que el hombre por quien estamos obsesionadas se ocupe de nuestros miedos.
En cambio, los miedos y nuestra obsesión, se profundizan hasta que el hecho de dar amor para recibirlo se convierte en la fuerza que impulsa nuestra vida. Y como nuestra estrategia no da resultado, tratamos, amamos aún más: Amamos demasiado”.
Dra Robin Norwood
♥ Necesito el apoyo de otras mujeres como yo. En búsqueda del apoyo y relaciones de ayuda presenciales, descubrí que había un grupo en Sevilla de a Asociación AASA que se reunía periódicamente. No olvidaré aquellas reuniones y el apoyo mutuo que de ahí surgía, mujeres a las que debo tanto…
♥ El sostén de las amigas del alma. Siempre me ha costado contar lo que me sucedía, pero en aquel momento conté con el apoyo de algunas valiosísimas amigas que aguantaron pacientemente algunas idas y venidas en la relación, porque no todo fue lineal y tuve varios intentos de dejarla. Una de ellas me habló de la Escalera de la Violencia… ¡cuán reflejada me sentía! Puedes buscar vídeos sobre la autora que acuñó este término, Carmen Ruiz Repullo.
♥ Autoconocimiento, ir al centro de mi Ser. Comencé un camino de sacar fuera el dolor, la culpa, la ira, la vergüenza, de conocerme a mí misma y comenzar a recuperarme, cuidarme y amarme. Terapia gestalt, arteterapia, coaching, reiki… y yo diría que el pino con las orejas incluso, todo con tal de seguir sacando y sanando.
♥ Sublimar el dolor y la vergüenza en obras de arte y creatividad. Fruto de esa sublimación es la historia «Las Lubinas que Aprendieron por Amor», como una obra creativa que presenté en mis estudios del Máster de Arteterapia. Usé el cuento, la danza y la ilustración en collage… a través de una performance que pretendía sacar aquello que me había marcado tanto. Esto me ayudó a poner en orden mis ideas, y descubrir las creencias y acciones que necesitaba revisar y de las que hacerme responsable. Años después, esta historia se transformó en un taller de empoderamiento que realicé en la Universidad Pablo de Olavide con mujeres jóvenes.
Puede que este no fuera el orden exacto, eso no importa. O tal vez falten pasos.
Puede que algunas cosas no te resuenen, eso no importa.
Puede que tú tengas tus propias estrategias de escape, eso sí importa.
¿Cuáles son esas «cosas» que te ayudaron a salir de tu situación?
Me encantará compartir contigo la historia de Las Lubinas que Aprendieron por Amor, que ofrezco como regalo para aquellas personas que se inscriben en la web, y que sublima parte de lo que viví en aquella tóxica relación. Es una historia que ha pasado muchos años guardada en una carpeta del ordenador, y que ha tardado en salir de ahí con tímidos pasos.
Y, sobre todo, leer bajo este post tus aportaciones, comentarios, experiencias, vivencias, recursos.. que nos lleven a seguir promoviendo esa sororidad entre mujeres, ese apoyo mutuo que nos permita liberarnos de las violencias y Vivir.
Con mi amor y esperanza,
Inmaculada Sánchez Márquez
Suscríbete al Boletín
para recibir ideas inspiradoras con las que nutrir tu vida
Regalo de bienvenida
Como regalo de bienvenida te enviaré el libro “Las Lubinas que Aprendieron por Amor”, un relato autobiográfico desde la creatividad, que pretende conectar con el corazón de otras mujeres que viven o vivieron relaciones amorosas insanas.
Porque el patriarcado nos ha modelado desde la desconexión con nosotras mismas, pero sanar juntas, entre iguales, es nuestra fuerza de transformación.
Los temas que me mueven y que me apetecen compartir son muchos, así que cada vez será algo diferente: aquí los puedes ver
Este boletín es un servicio gratuito que conecta a muchas mujeres, porque vivas nos queremos y unidas nos necesitamos.
Son tantas las ocasiones en las que una se pierde en relaciones amorosas…
Personalmente, soy muy jóven y las carencias afectivas me han llevado y movido sobre este tipo de relaciones «amorosas» que son justamente lo contrario para nosotras: desconexión total con nosotras mismas y actos de no amor hacia lo que somos.
Creo que la clave está en trabajar en uno más que en ninguna otra cosa y no dar nunca nada por sentado: hay que recordar que el amor es una construcción social y que al igual que lo hemos programado lo podemos reprogramar, redireccionar y sobretodo, transformar para que sea sano y real.
Gracias por tu semilla.
Gracias a ti María por compartir tus palabras. Es muy importante quitar el tabú de «lo que nos ha pasado» o «lo que me pasa en mi relación», y que visibilicemos que somos muchas, muchas, muchas las que caemos en esto. Y justo caemos porque es el tipo de amor romántico aprendido, desde los valores del patriarcado que marcan nuestra cultura. Y también lo vivimos porque lo justificamos, porque nos callamos, porque las amigas no le decimos las verdades a quien nos cuenta que le pasa tal o cual cosa, porque las madres no contamos a nuestras hijas lo que nos hizo sufrir, porque todavía cuesta interiorizar el «me cuido, me respeto» en las relaciones… Esto es como un entrenamiento, y justo tu das en la clave: conectar con nosotras mismas, actos de amor, autoconocimiento…
Tienes por mi parte el permiso de hacer volar esta historia de Las Lubinas que Aprendieron por Amor entre todas las mujeres de tu vida.
Un fuerte abrazo María.